Buda Sakiamuni o Shakyamuni (Gautama Siddartha), o simplemente «El Buda», fue un Asceta, éste término se conoce en el hinduismo como Sanniasi, Sanniasin o Sanniasa y se utiliza para una persona física de casta superior que se encuentra en el periodo áshramas, que significa la cuarta etapa de la vida de un hombre (nacimiento, vejez, enfermedad y muerte) y el periodo de renunciación a la vida material. Fue un sabio en cuyas enseñanzas se fundó el budismo.
Hay certeza histórica, física y científica sobre la existencia del Buda Gautama, se dice que provenía de la segunda casta hindú, la kṣatriya, compuesta de guerreros y nobles, aunque otros otros afirman que no se sabe con exactitud si era un príncipe o un noble.
Antiguos textos sugieren que vivió gran parte de su vida al noreste de la India, hoy frontera con Nepal. A la edad de 29 años y después de contemplar Los Cuatro Encuentros (un anciano, un enfermo, un cadáver y un asceta), decidió iniciar una búsqueda personal para comprender el problema del sufrimiento. A esta decisión se le llamó «La Gran Renuncia».
Posteriormente, se unió al entonces numeroso y heterogéneo movimiento hindú de Los Sramanas (vagabundos religiosos mendicantes), renunciando a todos sus bienes, herencia y a su posición social, para seguir prácticas religiosas y ascéticas.
Después de casi morir de hambre a causa de un estricto ascetismo en su búsqueda de la espiritualidad, se dió cuenta que la moderación para evitar la mortificación y la indulgencia, lograba incrementar su energía, lucidez y meditación.
Meditó durante dos semanas bajo una Higuera Bodhi, una especie de árbol sagrado en la localidad de Bodhgaya, cerca de Benarés o Varanassi, para encontrar el conocimiento de sus existencias anteriores (pubbe nivasanussati ñana), alcanzar el conocimiento de la muerte y el renacimiento (cutupapata ñana) y superar las tentaciones de Mara. Gracias a ello, logró ser libre del aferramiento a las pasiones pero sin represión de estas.
Árbol Bodhi, en Bodhgaya, en la actualidad.
Al final de todo ese proceso de ascetismo, supo que había llegado a un estado de «no retorno», mundialmente conocido como Nirvana (cese del sufrimiento), el cual no es posible describir con palabras, por tanto, tras alcanzar la iluminación del Nirvana, dedicó su vida a propagar sus conocimientos a través de acciones.
«La felicidad nunca disminuye si es compartida» -Siddhartha Gautama- (Buda).
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