«Hay, monjes, una condición donde no hay tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas, ni falta de ideas, ni este mundo, ni aquel mundo, ni sol ni luna. A eso, monjes, yo lo denomino ni ir ni venir, ni un levantarse, ni un fenecer, ni muerte, ni nacimiento, ni efecto, ni cambio, ni detenimiento: ese, es el fin del sufrimiento.» -Siddhartha Gautama- (Buda).
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Nirvana, en devanagari (del sánscrito) निर्वाण (nirvāṇa), es el punto de liberación tanto del sufrimiento (dukkha o duḥkha) como del ciclo de renacimientos, alcanzado mediante diferentes prácticas y técnicas espirituales como la meditación y la iluminación, para lograr la liberación de los deseos, la conciencia individual y la reencarnación.
Se suele decir que el Nirvana no tiene sustantivo, nada representa el Nirvana.
Por otra parte, no se debe confundir ni con la aniquilación o aislamiento del individuo ni con un nihilismo (imposibilidad del conocimiento y negación de la existencia y el valor de todas las cosas).
- Para más información, vea nuestro artículo: ¿Quién fue Buda?
Sólo un arahant (noble discípulo) puede alcanzar el Nirvana, siguiendo las enseñanzas de sus maestros, por esto último, el Nirvana alcanzado por Buda se considera único, pues él mismo logró comprenderlo, sin aprender de otros, y supo además cómo enseñarlo a través de prácticas y acciones.
Nirvana de Buda
Después de casi morir de hambre a causa de un estricto ascetismo en su búsqueda de la espiritualidad, Buda se dio cuenta que la moderación para evitar la mortificación y la indulgencia, lograba incrementar su energía, lucidez y meditación.
Comió algo, y continuó meditando durante otras dos semanas bajo una Higuera Bodhi, una especie de árbol sagrado en la localidad de Bodhgaya, cerca de Benarés o Varanassi, para encontrar el conocimiento de sus existencias anteriores (pubbe nivasanussati ñana), alcanzar el conocimiento de la muerte y el renacimiento (cutupapata ñana) y superar las tentaciones de Mara. Gracias a ello, logró ser libre del aferramiento a las pasiones pero sin represión de estas.
- Vea también nuestro artículo: JAINISMO. ATEOS FILOSÓFICOS.
Al final de todo ese proceso de ascetismo, supo que había llegado a un punto de «no retorno», al cual denominó, «Nirvana», que significa «cese del sufrimiento», el cual no tiene dualidad, por tanto no es posible describirlo con palabras. Tras alcanzar la iluminación en dicho estado Nirvana, dedicó su vida a propagar sus conocimientos a través de acciones. La propagación de dichos conocimientos define a «La Rueda del Dharma».
Al no tener dualidad, se suele definir el Nirvana por lo que NO es: no es la existencia común a la que está sujeto el ser humano, no se encuentra dentro del principio de «tiempo» que conocemos, por tanto no tiene un principio ni un fin, no se puede generar o fabricar, no es un estado subjetivo de conciencia, no está condicionado a nada o por nada ni nadie, no es ningún tipo de desarrollo o conversión y tampoco tiene partes o etapas que se puedan distinguir unas de otras, es el Nirvana, y solo aquellos que lo hayan logrado, podrán comprenderlo para sí mismos, pocos sabrán enseñarlo.
«La felicidad nunca disminuye si es compartida» -Siddhartha Gautama- (Buda).
Otras definiciones consideran el Nirvana como una verdad absoluta que debe ser experimentada, a través del trabajo y el estudio de uno mismo, de las prácticas en sí (sin necesidad de un contenido religioso) y de la metafísica (rama de la filosofía que estudia la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad).
En el Jainismo (una doctrina originada en la India por Majavira o Mahavira, y que rechaza el sistema de castas, la autoridad de los textos Vedas y los sacrificios rituales) el Nirvana no es el final, no es una meta definitiva, pues se refiere a la liberación de las ataduras del karma.
- Para más información, vea nuestro artículo: El Nudo Infinito. Símbolo del Karma.
Cuando un ser humano se libera de sus karmas, finaliza su experiencia en el mundo, logrando de esta manera el Nirvāṇa. Técnicamente, el Nirvana es el final del período de la vida, el final de la existencia terrenal y el alcance de la liberación. El Moksa (estado de éxtasis de un alma que está completamente libre de las ataduras del karma y del samsara, el ciclo del nacimiento y la muerte) sería entonces la liberación que sigue al Nirvana. Así tendríamos un primer paso, el Nirvana, y que sólo después y mediante el Moksa, pasa a convertirse en Siddha, el liberado. Se podría decir, que para los jainas, el Nirvana y el Moksa son dependientes uno del otro.
- Vea también nuestro artículo: SHIVAÍSMO. EL DIOS SHIVA EN CUERPO, PALABRA Y MENTE.
Los jainas celebran el Diwali (festival indú que marca el inicio del año nuevo) como el día en que Mahavira (creador del jainismo) logró su Nirvana. El Kalpasutra (biografía del jainismo escrita 150 años después del Nirvana de Mahavira) narra detalladamente el Nirvana de Mahavira.
En fin, puede que haya una manera más fácil de definir en qué consiste el Nirvana, resulta tan complicado como el propio Nirvana.
Si tienes una forma más pedagógica para describirlo, ilumínanos por favor.
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