EL VIEJO CAIRO. ¿CÓMO LLEGAR?¿QUÉ HACER?

El Viejo Cairo o Masr al-Qadima fue fundado a principios del siglo II como el recinto real de los califas fatimíes y actualmente ubicado al sur de la zona moderna de la ciudad. Es un área antigua y polvorienta cargada de historia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1979. El distrito se encuentra rodeado por 29 mezquitas y 20 iglesias coptas, en un viejo barrio donde habitan 113 mil musulmanes, 10 mil coptos y aproximadamente unas 42 familias judías, fieles de tres religiones que conviven en unión y armonía.

Este barrio copto o cristiano posee calles laberínticas con cruces de iglesias blancas que evocan las islas griegas concentradas en toda una manzana que se compone por las calles El-Imam Malik, Kasr Al Shama’e y Mari Gerges, en la estación de metro Mar Girgis مار جرجس de la línea 1. La entrada al barrio antigo se realiza cruzando la muralla que muy probablemente era la que pertenecía a la fortaleza romana babilónica.

¿QUÉ HACER?

Toda la zona contiene emblemáticos lugares turísticos como la Ciudadela de Saladino, con uno de los mejores miradores de la ciudad; la Mezquita de Alabastro, debido al material que la recubre; la Mezquita de Ibn Tulun, la más grande y antigua de la ciudad; el Complejo Al-Ghouri, anfitrión de diversos eventos culturales en el Hall Khanqah; la Calle Al-Muizz, con cerca de un kilómetro de longitud que reúne numerosos tesoros arquitectónicos medievales entre palacios y mezquitas; y por último el gran zoco de Khan El Khalili, el mercado más importante de Egipto y la principal área comercial de El Cairo.

CIUDADELA DE SALADINO

CIUDADELA DE SALADINO

La Ciudadela de Saladino, debe su nombre a dicho sultán de Egipto y Siria, considerado como uno de los grandes gobernantes del mundo islámico. Fue una fortificación islámica medieval, construida entre los años 1176 y 1183 como sistema de protección contra las cruzadas europeas, ubicada en la colina de Mokattam, al sureste de El Cairo, desde donde podrás disfrutar de unas increíbles vistas de «la ciudad de los mil minaretes».

Antiguamente, era una pequeña urbe dentro de la ciudad, habitada por cerca de 10 mil personas, con un palacio y diversas mezquitas de diferentes periodos históricos, entre ellas la »Mezquita de Mohamed Alí del siglo XIX» que comentamos anteriormente, la «Mezquita de Ibn Tulun», la más antigua de la ciudad y la de mayor en extensión en El Cairo, la «Mezquita del Sultán Hasán» y la «Mezquita de Al Rifa’i», conocida también como la «Mezquita Real», un lugar de peregrinación para los lugareños que creían que la tumba tenía propiedades curativas místicas, además de varios cuarteles en los que vivían los militares encargados de proteger la ciudad, como el actual imponente Palacio Gawhara, el museo de carruajes o el museo militar.

La mezquita está dividida en dos secciones, este y oeste. El sector oriente, llamado «Beit al-Salah», está dedicado a la oración y parte de su decoración es de estilo francés, con tallas de madera, mientras que el sector occidente bajo el nombre de «Al-Sahn», es un gran patio que alberga la fuente para las abluciones y una torre de reloj de cobre amarillo, regalo del rey Luis Felipe de Francia.

Delimitada por una imponente muralla rodeada por torres defensivas, la fortaleza tiene dos entradas, una abierta a la carretera de Salah Salem y la antigua puerta, que ahora se encuentra clausurada. Se diseñó también un pozo de 85 metros de profundidad, llamado «Pozo de Yusuf», que fue excavado en la roca, y un sistema de acueductos que transportaban el agua por toda la ciudad. El ticket de entrada tiene un valor de 140 Libras Egipcias, unos 9 dólas aproximadamente.

MEZQUITA DE ALABASTRO O DE MUHAMMAD ALÍ

Mezquita de Alabastro

La Mezquita de Muhammad Alí o de Alabastro, de estilo islámico, fue construida por el reconocido arquitecto turco Yusif Bushnak, quien se inspiró en la Mezquita Azul o Mezquita Yuni de Estabmul para construir el monumento entre los años 1830 y 1848 en memoria del difunto Tusun Pasha, hijo del gobernador otomano Muhammad Alí, quien cayó en combate en 1816. Se ubica en la Ciudadela de Saladino, en un punto elevado del corazón de El Cairo. Fue residencia de los soberanos de Egipto durante más de 700 años y hoy en día es un recinto amurallado con museos, mezquitas y miradores en su interior. 

En esta congregación descansan los restos de Muhammad Alí o Mehemet Alí, considerado el fundador del Egipto moderno, cuyo gobierno constituyó una época de modernización con reformas agrarias y administrativas, donde se estableció un sistema jerarquizado de gobernadores provinciales y oficiales de departamentos con el fin de lograr un mayor control de la producción agrícola. Se llevaron a cabo también varias reformas en el ejército, con la apertura de la primera escuela militar de Egipto en 1816 y la inclusión de oficiales extranjeros.

Tras franquear un patio de fuentes y una arquería de alabastro, se accede a la Sala de Oración, decorada con mosaicos y piedras preciosas, la cual alberga el minbar o púlpito y la tumba de Mehmet Alí, en un sarcófago esculpido en mármol de Carrara y piedras preciosas, aunque la tumba con sus restos se trasladó al interior del templo en 1857. Sentado en el interior de la mezquita y descalzo sobre las alfombras, se olvida fácilmente el caos de la capital egipcia y experimentas una reconfortante quietud.

Los minaretes del monumental edificio resplandecen en la noche, desde donde puedes contemplar una vista privilegiada de la urbe.

MEZQUITA DE IBN TULUN

Mezquita Ibn Tulun

Considerada la mezquita más antigua de la ciudad y la de mayor en extensión en El Cairo, la Mezquita de Ahmad Ibn Tulun data del siglo IX y tiene una gran influencia oriental por la abundancia de arcos y cúpulas. Ocupa un espacio cuadrangular de 140 metros de largo por 116 metros de ancho con un patio exterior periférico de unos 162 metros que da acceso a un patio interior de 90 metros de lado y una sala de oración, en cuyo centro hay una fuente cubierta por una cúpula rodeada por pórticos que sería el único elemento que sobresale del gran cuadrilátero. Debido a su gran tamaño, constituye un oasis de tranquilidad en el corazón de esta bulliciosa ciudad.

La sala de oración está formada por 5 salones divididos en 17 tramos y 80 pilares rectangulares que sostienen arcos apuntados con columnas adosadas cubiertas por un techo plano. El mihrab (lugar hacia donde hay que mirar cuando se reza) posee una cúpula del periodo bahri (1250-1389) que cubre el tramo central de la nave, con frisos de madera e inscripciones cúficas (caligrafía árabe), que reproducen todo el Corán y adornan este sector.

La parte superior de los muros de la mezquita tiene 128 ventanas con arco de estuco calado con motivos geométricos y adornos vegetales entrelazados que recuerdan a los de la gran Mezquita Omeya de Damasco, considerada como el cuarto lugar más sagrado del Islam en la ciudad siria que lleva el mismo nombre. Este conjunto de ventanas de estuco se considera una de las peculiaridades más exquisitas del edificio, porque todas son distintas entre sí, tanto en forma como en decoración.

Llama la atención también su singular minarete helicoidal (con forma de hélice) que sigue el modelo y diseño del Alminar de Samarra, uno de los edificios más característicos del periodo mesopotámico con una técnica de cerámica y alfarería avanzada pintada en mate, marrón rojizo o negro proveniente de la ciudad que lleva el mismo nombre en Irak.

Construido a finales del siglo XIII, el minarete cuenta con una escalera en su interior ideal para contemplar la ciudad desde su altura, pero de seguro te será más conocido por la escena de la décima entrega de la saga de James Bond: «La espía que me amó», de 1977 protagonizada por Roger Moore. Pero si tu memoria no es tan intrépida como la del agente 007 te dejamos el video con dicha secuencia a continuación:

En el siglo XII el recinto fue utilizado como refugio por los peregrinos, lo que causó algunos daños en su interior. Posteriormente, hubo varias renovaciones como en el año 1999, cuando se pavimentó el patio y la fuente fue revestida en mármol negro. El templo abre todos los días de 08:00 a 16:00.

MEZQUITA DEL SULTÁN HASÁN

Mezquita del Sultán Hasán

Considerada una de las mayores mezquitas del mundo, la Mezquita-Madrasa (escuela dedicada a la enseñanza del islam) del Sultán Hasán, en árabe مسجد ومدرسة السلطان حسن, data de la época del sultanato mameluco de Egipto divido en dos periodos, el «baharita» y el «buryí», debido a la dominación política de los regímenes conocidos por estos nombres durante las respectivas épocas y también se ubica en el centro histórico, muy cerca de la ciudadela.

Su construcción corrió a cargo del sultán Hassan y fue un proceso tedioso y trágico producto de un accidente que causó la muerte de un gran número de personas, lo cual fue considerado como un mal presagio. A causa de esto último y de una serie de circunstancias desafortunadas, dicho sultán fue asesinado poco tiempo antes de que la mezquita se terminara de construir a mediados del siglo XIV.

Con una longitud de 150 metros y una superficie de casi 8.000m2, su monumental entrada posee una semicúpula decorada con filas de magníficos mocárabes (elementos arquitectónicos decorativos a base de yeso o madera) con muros compuestos por enormes bloques de piedra de aspecto sombrío y fortificado, que se elevan hasta los 36 metros y su minarete más alto hasta los 68 metros. En el centro hay un enorme patio que alberga la fuente de las abluciones con una cúpula originalmente de madera con forma de huevo, que fue un agregado otomano.

En los cuatro laterales del patio se elevan cuatro iwanes abovedados (salas para sentarse), con lámparas colgando de cadenas y bordes rojos y negros, dedicados a cada una de las cuatro escuelas o pensamientos de jurisprudencia sunita: Shafi’i, Maliki, Hanafi y Hanbali. Las salas laterales están decoradas con lámparas que cuelgan de largas cadenas con diferentes celdas para los estudiantes y profesores. La más grande se utiliza como santuario, y tras una puerta de bronce decorada con estrellas ofrece acceso al mausoleo del sultán Hasán.

Tiene un horario de apertura de 08:00 a 17:00 y su entrada combinada con la visita a la Mezquita de Al-Rifa’i tiene un valor de 60 Libras Egipcias. Se aconseja visitar el templo por la mañana, ya que el sol ilumina el mausoleo que fue construido de tal forma que los rayos del amanecer inundan todo el recinto.

MEZQUITA AL RIFAI

Mezquita Al Rifai

La Mezquita de Al-Rifa’i se encuentra localizada justo enfrente de la Mezquita-Madrasa del Sultán Hasán, por lo que resulta una ocasión ideal para conocer dos de las construcciones religiosas más importantes de El Cairo. Conocida también como la «Mezquita Real», data de principios del siglo XX y fue un lugar de peregrinación para los lugareños que creían que la tumba tenía propiedades curativas místicas.

El edificio es el lugar de descanso de varios miembros de la familia real egipcia, incluido el rey Faruq, el último rey de Egipto que murió en Roma en 1965. Su diseño delimita una enorme planta rectangular de más de 1700 metros cuadrados y en su interior está dividido en tres naves alrededor de una cúpula. El recinto en sí es una mezcla de estilos tomados principalmente del período mameluco de la historia egipcia, incluyendo su cúpula y minarete.

La parte principal, es una gran sala de oración cubierta de alfombras, dedicada al rezo y que presenta una peculiar mezcla de estilos, especialmente del período mameluco, mientras que la zona de la izquierda alberga los sepulcros de los reyes Fuad I y Faruq, la de la princesa Fadia, o la de Abu Shebak, hijo de Al-Rifai. Las paredes, cubiertas con estuco y mármol están talladas con bellos ornamentos de arabesco.

Abre de sábado a jueves de 08:00 a 16:30 y su entrada combinada con la visita a la Mezquita-Madrasa del Sultán Hasán tiene un valor de 60 Libras Egipcias. Los viernes se cierra al turismo para las oraciones de media mañana. 

COMPLEO WIKALA AL-GHOURI

Complejo Al-Ghouri

Cuando caiga la noche puedes visitar el Complejo Al-Ghouri, construido por el sultán mameluco Qansuh Al-Ghouri que reinó desde 1501 a 1516. El sultán gastó una fortuna en construir su palacio en El Cairo a ambos lados de la calle Al-Mo’ez: la mezquita y madraza se erigen sobre el lado oeste, mientras que encontrará el khanqah, el mausoleo y Sabil-Kuttab sobre el lado este de la famosa calle.

Las dos partes del complejo no se alinean con la calle, de manera que el claustro tiene una forma libre entre los dos edificios. El minarete de la mezquita tiene cuatro pisos, igual que el minarete original de la Mezquita de Aqsunqur (la Mezquita Azul). Estos son los únicos dos minaretes de El Cairo que tienen cuatro pisos, en lugar de tres.

Desde 1995, el Wikala Al-Ghouri es anfitrión de diversos eventos culturales en el Hall Khanqah, principalmente conciertos musicales de Nubia, espectáculos de danza de Tannoura y recitales religiosos los lunes, miércoles y sábados de 19:30 a 21:00 con un valor de 30 libras egipcias, equivalente a unos 2 dólares.

Danza Tannoura

El «Tannoura» التنورة, es un estilo de baile donde el bailador sufí islámico o «derviche giratorio» o «Mevleví», como también se le conoce, usa una falda colorida mientras realiza una danza con un profundo significado místico y espiritual, donde la mano derecha se coloca con la palma hacia arriba (hacia el infinito) y la izquierda con la palma hacia abajo (hacia la tierra). Al comenzar la danza, los derviches visten de negro y poco a poco se van despojando de estas capas hasta que aparecen los ropajes blancos.

El espectáculo turístico dura lo necesario para la atracción del incrédulo turista, pero estos bailarines pueden estar girando durante horas al ritmo de la música a medida que aumenta la velocidad e intensidad del giro.

CALLE AL-MUIZZ

CALLE AL-MUIZZ

La Calle Al-Muizz, es uno de los boulevares peatonales (entre 08:00 y 23:00) más antiguos de la ciudad con aproximadamente un kilómetro de largo y que se extiende desde Bab al Futuh en el norte hasta Bab Zuwayla, en el sur. Según un estudio del Consejo de las Naciones Unidas, toda esta zona alberga la mayor concentración de tesoros arquitectónicos medievales al aire libre del mundo islámico, con alrededor de 50 monumentos.

IGLESIAS EN EL VIEJO CAIRO.

La mayoría de estas congregaciones se encuentran en toda la manzana que se compone por las calles El-Imam Malik, Kasr Al Shama’e y Mari Gerges, en la estación de metro Mar Girgis مار جرجس de la línea 1 como comentamos anteriormente.

Algunas de estas congregaciones son la Iglesia y Monasterio de San Jorge o Deir al-Banat, la Sinagoga Ben Ezra también conocida como El-Geniza o de los palestinos, la Iglesia de los santos y soldados romanos Sergio y Baco (Abu Serga) y justo al lado se encuentra la Iglesia Colgante (Al-Moallaqa), también conocida como la Basílica de Santa María.

MONASTERIO E IGLESIA DE SAN JORGE

Iglesia y Monasterio de San Jorge

La Iglesia y Monasterio de San Jorge o Deir al-Banat como también se le conoce, es un complejo cristiano de la iglesia ortodoxa griega del siglo X construido sobre una torre romana en el barrio copto de El Cairo, dedicado a San Jorge, soldado romano que, montado sobre un corcel, vencía al maligno encarnado en la forma de un dragón. También la residencia del Patriarca de Alejandría, aunque el edificio actual fue reconstruido tras un incendio a principios del siglo XX. La estructura actual data de 1909, pero todavía conserva algunas ventanas de vidrio originales.

Actualmente es la sede del Patriarcado Griego de Alejandría, donde residen entre 30 y 40 mujeres devotas que dedican sus vidas a la veneración del santo, además de ser considerada la única iglesia circular en Egipto y una de las pocas aún existentes en Oriente.

Subiendo la escalinata, sobre la fachada exterior se muestra un relieve de San Jorge montado en un fino caballo árabe dando muerte a un dragón con su lanza. El amplio comedor con antesala está separado de la capilla por una doble puerta de unos siete metros de altura, adornada con figuras de animales.

Se dice que San Jorge estuvo preso en este recinto y es por eso que el monasterio alberga también actualmente unas cadenas que cuelgan de la pared, que los devotos se cuelgan al cuello mientras las rebosan de besos y caricias, pues se dice que puede curar a paralíticos, enfermos de posesiones con desórdenes nerviosos y también a los poseídos por el demonio, y sino, pues te vas endemoniado con gérmenes de todo El Cairo, premio siempre tiene.

En el siglo XVIII, Richard Pococke, considerado el primer viajero «científico» de Egipto, recogió en su diario que los enfermos se dejaban atados durante tres días para que recobraran la sensatez, y que los turcos venían con frecuencia porque notaban los beneficios y hasta rezaban a sus pies los viernes.

SINAGOGA BEN EZRA

SINAGOGA BEN EZRA

La Sinagoga Ben Ezra también conocida como El-Geniza o de los palestinos, se ubica en el sitio donde cuenta la leyenda que fue encontrado el bebé Moisés, salvado de las aguas. Es lo que tienen estas tierras, que aquí nunca sabes en qué hito histórico estás parado. El recinto se encuentra rodeado por 29 mezquitas y 20 iglesias coptas, en un viejo barrio donde habitan 113 mil musulmanes, 10 mil coptos y aproximadamente unas 42 familias judías, fieles de tres religiones que conviven en unión y armonía.

Originalmente se llamó Sinagoga Isrelita o «Casa de Reunión de los israelitas» y fue destruida por los romanos al comienzo de la conquista bizantina en el 30 A.C., para ser nuevamente devastada durante el gobierno de Al-Hakim bi-Amarallah, el sexto califa fatimí de Egipto, cuando pasó a ser nombrada como «Sinagoga del Profeta Elías». En un depósito de este templo fueron encontrados más de cien mil fragmentos de textos bíblicos y litúrgicos; libros; cartas y documentos, escritos en hebreo, arameo, árabe, persa e yiddish, entre ellos una copia del Documento de Damasco, un manifiesto histórico, doctrinal y normativo de una comunidad judía disidente que relata una serie de normas, juramentos, votos y códigos penales.

Su diseño simula una basílica romana, un rectángulo de 17 metros de longitud y 11,3 metros de ancho, con dos plantas: la planta baja para los hombres y el balcón superior para las mujeres. La planta principal está dividida por barras de acero y en el centro se muestra un «Bimá» (podio ubicado en el centro del santuario, como lo estaba el altar en el Santo Templo) de mármol octagonal para la lectura de la «Torá» (texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo judío). La sinagoga está decorada con motivos geométricos y una gran estrella de David en el centro del techo, que mezclan estilos romanos con detalles florales otomanes de oro y nácar.

Está prohibido tomar fotos en su interior para conservar los frescos y los colores de las pinturas.

IGLESIA DE SERGIO Y BACO

Iglesia de los santos y soldados romanos Sergio y Baco

La Iglesia de los santos y soldados romanos Sergio y Baco (Abu Serga), ubicada en el barrio Mari Girgis o Misr al Qadima, un remanso de paz dentro del bullicio de la ciudad, es una de las congregaciones de arquitectura copta más antigua de Egipto. Fue construida en el siglo V en El Cairo Viejo, donde la tradición asegura que vivió la Sagrada Familia tras huir de la furia de Herodes. Actualmente pertenece a la Iglesia Cristiana Copta, creada en el año 50 D.C., cuando el apóstol San Marcos viajó a Egipto.

En el techo hay una serie de arquerías de madera, sostenidas por 24 pilares de mármol, recuperados de una construcción anterior, y destaca también una talla del siglo XIII, que representa la Última Cena. En la cripta, que incluye un pozo de agua, estaría situado el refugio de la Sagrada Familia durante su estancia en Egipto.

A principios del siglo XX se creó un museo copto adyacente a la iglesia en la planta alta del antiguo monasterio y la entrada es por el vestíbulo del templo. En el museo se encuentran también códices medievales, iconos de la pintura medieval bizantina y utensilios de uso cotidiano, vestimentas y bisutería

IGLESIA COLGANTE O DE SANTA MARÍA

Iglesia Colgante

Justo al lado se encuentra la Iglesia Colgante (Al-Moallaqa), también conocida como la Basílica de Santa María, la más antigua de la ciudad, una maravilla que fusiona el arte islámico con el cristiano. El término «colgante» se refiere a su posición en lo alto de una de las murallas romanas y para entrar en ella hay que subir 29 escalones.

Desde el siglo VII hasta el siglo XIII, la iglesia sirvió como residencia del patriarca copto Al-Moallaqa y ha sido testigo de importantes elecciones y ceremonias religiosas. La misa copta que se realiza los miércoles entre 08:00 y 11:00 y los domingos de 09:00 a 11:00 es un auténtico viaje al pasado.

Hay tres santuarios en el lado este de la iglesia, el del medio está dedicado a la Virgen María, el de la izquierda lleva el nombre de San Jorge y el de la derecha lleva el nombre de Juan el Bautista. La pantalla de madera es una obra de arte única y está ricamente decorada con motivos geométricos y cruces entre ébano y marfil. En el centro se muestra a Jesús, en el lado izquierdo la Virgen María, el Arcángel Gabriel y San Pedro, y en el lado derecho Juan el Bautista, el Arcángel Miguel y San Pablo.

Por último, pero no por ello menos importante, recomendamos dejar para el final del día el sugerente bazar Khan El Khalili, cuando los monumentos ya estén cerrados, para aprovechar bien la jornada. Es toda una experiencia perderse entre sus calles laberínticas con miles de tiendas, iniciarse en el arte del regateo y sentarse en el bohemio y célebre «El Fishawi» o «Café de los Espejos» para tomar el «karkade», una infusión típica de Egipto a base de hibisco.

KHAN EL KHALILI. EL GRAN BAZAR.

El gran zoco de Khan El Khalili o Jan el-Jalili خان الخليلي, un lugar multicolor con aroma de especias inolvidable, lámparas de metal talladas con motivos árabes, telas y escarabajos para el buen augurio, constituye el mercado – bazar más importante y famoso de Egipto y la principal área comercial de El Cairo, fundado en el siglo XIV alrededor de varias fondas en las que pernoctaban las caravanas.

En su momento, antes de ser una zona con más tiendas de souvernis y artesanía que turistas era un «caravasar«, un antiguo tipo de edificación donde los comerciantes viajeros podían pernoctar, descansar, reponer a los animales y custodiar sus mercancías, todo ello con abastecimiento de comida, ropa y utensilios varios con encantos medievales, especialmente en su arquitectura. Este caravasar aún existe, lo encuentras entre la angosta calle de Sikka Jan el-Jalili y Badestan.

Una buena opción es llegar sobre las 19:00 para recorrer el mercado sin prisa y cenar en alguno de los restaurantes callejeros. La estación de metro más cerca es Bab El-Shaariya de la línea 3 (verde). Lo más cómodo es entrar al mercado desde la Mezquita de Hussein y ya ahí dejar que tu olfato te vaya guiando.

En todo este barrio puedes visitar el callejón Midaq, lugar donde se filmó la película basada en la novela «El callejón de los milagros« (no la versión mexicana) de Naguib Mahfuz, Premio Nobel de literatura en 1988. Se ubica comenzando desde la calle Al-Muizz, luego buscas la calle Sanadiqiyah, ahí entras en el primer pasaje a la izquierda para entrar en el famoso callejón Midaq.

Se dice que hay más de 900 puestos y en la mayoría de ellos hablan castellano y hasta chino, para llamar la atención del visitante y regatear el precio. La ciudad tiene tantos cafés como Viena, el «elixir negro de los hombres blancos» provino desde Etiopía en el siglo XV y arrasó como tormenta en el desierto. El «ahwa» (café) puede tomarse como ahwa sada, fuerte y muy negro; ahwa ariha, ligeramente azucarado; ahwa mazboot, más dulce, pero sin pasarse; ahwa ziyada, casi jarabe y nuestro favorito, el ahwa turki, café turco. No obstante, para quien no consuma café, puede degustar el «sahlab» o «salep», una pócima compuesta de leche caliente con una mezcla de cacahuetes, canela y coco. Si eres más de tecito te recomendamos el «shai nana«, té con hierbabuena.

Café Fishawy

Uno de los establecimientos cafeteros más conocidos en esta zona es el Fishawy مقهى الفيشاوي, también conocido como «el café de los espejos» un local que alardea por haberse mantenido abierto las 24 horas desde su inauguración en 1769. Desde su apertura, ha acogido a turistas y personalidades locales como el Premio Nobel de Literatura, Naguib Mahfuz, el autor de la novela «El callejón de los milagros» que comentamos anteriormente.

No obstante recuerda que estas en El Cairo, en esta ciudad es difícil encontrar un lugar donde estar tranquilo. La persistencia de los vendedores ambulantes que no paran de ofrecerte las mismas baratijas constantemente e insistiendo por un «baksheesh» (regalo, propina o limosna), lo cual perturba esa tranquila degustación de «karkaday» (infusión hecha con flores secas de hibisco o agua de jamaica), té (shai) y «narguile» (shisha) jugando a la «tawla» (backgammon) que venías buscando.

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