MEZQUITAS EN EL VIEJO CAIRO.

Toda la zona de El Viejo Cairo contiene emblemáticos lugares turísticos como la Ciudadela de Saladino, con uno de los mejores miradores de la ciudad; la »Mezquita de Mohamed Alí del siglo XIX«, la «Mezquita de Ibn Tulun», la más antigua de la ciudad y la de mayor en extensión en El Cairo, la «Mezquita del Sultán Hasán» y la «Mezquita de Al Rifa’i», conocida también como la «Mezquita Real», un lugar de peregrinación para los lugareños que creían que la tumba tenía propiedades curativas místicas, en un viejo barrio donde habitan 113 mil musulmanes, 10 mil coptos y aproximadamente unas 42 familias judías, fieles de tres religiones que conviven en unión y armonía.

En la Mezquita del Imán Hussein sunitas y chiítas olvidan sus diferencias para postrarse ante la posibilidad de que aquí repose la cabeza del nieto de Mahoma y porque posee además lo que sería la copia más antigua del Corán. Construida en 1154 junto al bazar de Khan El-Khalili y continua de la mezquita Al Azharm,

MEZQUITA DE ALABASTRO O DE MUHAMMAD ALÍ

Mezquita de Alabastro

La Mezquita de Muhammad Alí o de Alabastro, de estilo islámico, fue construida por el reconocido arquitecto turco Yusif Bushnak, quien se inspiró en la Mezquita Azul o Mezquita Yuni de Estabmul para construir el monumento entre los años 1830 y 1848 en memoria del difunto Tusun Pasha, hijo del gobernador otomano Muhammad Alí, quien cayó en combate en 1816. Se ubica en la Ciudadela de Saladino, en un punto elevado del corazón de El Cairo. Fue residencia de los soberanos de Egipto durante más de 700 años y hoy en día es un recinto amurallado con museos, mezquitas y miradores en su interior. 

En esta congregación descansan los restos de Muhammad Alí o Mehemet Alí, considerado el fundador del Egipto moderno, cuyo gobierno constituyó una época de modernización con reformas agrarias y administrativas, donde se estableció un sistema jerarquizado de gobernadores provinciales y oficiales de departamentos con el fin de lograr un mayor control de la producción agrícola. Se llevaron a cabo también varias reformas en el ejército, con la apertura de la primera escuela militar de Egipto en 1816 y la inclusión de oficiales extranjeros.

Tras franquear un patio de fuentes y una arquería de alabastro, se accede a la Sala de Oración, decorada con mosaicos y piedras preciosas, la cual alberga el minbar o púlpito y la tumba de Mehmet Alí, en un sarcófago esculpido en mármol de Carrara y piedras preciosas, aunque la tumba con sus restos se trasladó al interior del templo en 1857. Sentado en el interior de la mezquita y descalzo sobre las alfombras, se olvida fácilmente el caos de la capital egipcia y experimentas una reconfortante quietud.

Los minaretes del monumental edificio resplandecen en la noche, desde donde puedes contemplar una vista privilegiada de la urbe.

MEZQUITA DE IBN TULUN

Mezquita Ibn Tulun

Considerada la mezquita más antigua de la ciudad y la de mayor en extensión en El Cairo, la Mezquita de Ahmad Ibn Tulun data del siglo IX y tiene una gran influencia oriental por la abundancia de arcos y cúpulas. Ocupa un espacio cuadrangular de 140 metros de largo por 116 metros de ancho con un patio exterior periférico de unos 162 metros que da acceso a un patio interior de 90 metros de lado y una sala de oración, en cuyo centro hay una fuente cubierta por una cúpula rodeada por pórticos que sería el único elemento que sobresale del gran cuadrilátero. Debido a su gran tamaño, constituye un oasis de tranquilidad en el corazón de esta bulliciosa ciudad.

La sala de oración está formada por 5 salones divididos en 17 tramos y 80 pilares rectangulares que sostienen arcos apuntados con columnas adosadas cubiertas por un techo plano. El mihrab (lugar hacia donde hay que mirar cuando se reza) posee una cúpula del periodo bahri (1250-1389) que cubre el tramo central de la nave, con frisos de madera e inscripciones cúficas (caligrafía árabe), que reproducen todo el Corán y adornan este sector.

La parte superior de los muros de la mezquita tiene 128 ventanas con arco de estuco calado con motivos geométricos y adornos vegetales entrelazados que recuerdan a los de la gran Mezquita Omeya de Damasco, considerada como el cuarto lugar más sagrado del Islam en la ciudad siria que lleva el mismo nombre. Este conjunto de ventanas de estuco se considera una de las peculiaridades más exquisitas del edificio, porque todas son distintas entre sí, tanto en forma como en decoración.

Llama la atención también su singular minarete helicoidal (con forma de hélice) que sigue el modelo y diseño del Alminar de Samarra, uno de los edificios más característicos del periodo mesopotámico con una técnica de cerámica y alfarería avanzada pintada en mate, marrón rojizo o negro proveniente de la ciudad que lleva el mismo nombre en Irak.

Construido a finales del siglo XIII, el minarete cuenta con una escalera en su interior ideal para contemplar la ciudad desde su altura, pero de seguro te será más conocido por la escena de la décima entrega de la saga de James Bond: «La espía que me amó», de 1977 protagonizada por Roger Moore. Pero si tu memoria no es tan intrépida como la del agente 007 te dejamos el video con dicha secuencia a continuación:

En el siglo XII el recinto fue utilizado como refugio por los peregrinos, lo que causó algunos daños en su interior. Posteriormente, hubo varias renovaciones como en el año 1999, cuando se pavimentó el patio y la fuente fue revestida en mármol negro. El templo abre todos los días de 08:00 a 16:00.

MEZQUITA DEL SULTÁN HASÁN

Mezquita del Sultán Hasán

Considerada una de las mayores mezquitas del mundo, la Mezquita-Madrasa (escuela dedicada a la enseñanza del islam) del Sultán Hasán, en árabe مسجد ومدرسة السلطان حسن, data de la época del sultanato mameluco de Egipto divido en dos periodos, el «baharita» y el «buryí», debido a la dominación política de los regímenes conocidos por estos nombres durante las respectivas épocas y también se ubica en el centro histórico, muy cerca de la ciudadela.

Su construcción corrió a cargo del sultán Hassan y fue un proceso tedioso y trágico producto de un accidente que causó la muerte de un gran número de personas, lo cual fue considerado como un mal presagio. A causa de esto último y de una serie de circunstancias desafortunadas, dicho sultán fue asesinado poco tiempo antes de que la mezquita se terminara de construir a mediados del siglo XIV.

Con una longitud de 150 metros y una superficie de casi 8.000m2, su monumental entrada posee una semicúpula decorada con filas de magníficos mocárabes (elementos arquitectónicos decorativos a base de yeso o madera) con muros compuestos por enormes bloques de piedra de aspecto sombrío y fortificado, que se elevan hasta los 36 metros y su minarete más alto hasta los 68 metros. En el centro hay un enorme patio que alberga la fuente de las abluciones con una cúpula originalmente de madera con forma de huevo, que fue un agregado otomano.

En los cuatro laterales del patio se elevan cuatro iwanes abovedados (salas para sentarse), con lámparas colgando de cadenas y bordes rojos y negros, dedicados a cada una de las cuatro escuelas o pensamientos de jurisprudencia sunita: Shafi’i, Maliki, Hanafi y Hanbali. Las salas laterales están decoradas con lámparas que cuelgan de largas cadenas con diferentes celdas para los estudiantes y profesores. La más grande se utiliza como santuario, y tras una puerta de bronce decorada con estrellas ofrece acceso al mausoleo del sultán Hasán.

Tiene un horario de apertura de 08:00 a 17:00 y su entrada combinada con la visita a la Mezquita de Al-Rifa’i tiene un valor de 60 Libras Egipcias. Se aconseja visitar el templo por la mañana, ya que el sol ilumina el mausoleo que fue construido de tal forma que los rayos del amanecer inundan todo el recinto.

MEZQUITA AL RIFAI

Mezquita Al Rifai

La Mezquita de Al-Rifa’i se encuentra localizada justo enfrente de la Mezquita-Madrasa del Sultán Hasán, por lo que resulta una ocasión ideal para conocer dos de las construcciones religiosas más importantes de El Cairo. Conocida también como la «Mezquita Real», data de principios del siglo XX y fue un lugar de peregrinación para los lugareños que creían que la tumba tenía propiedades curativas místicas.

El edificio es el lugar de descanso de varios miembros de la familia real egipcia, incluido el rey Faruq, el último rey de Egipto que murió en Roma en 1965. Su diseño delimita una enorme planta rectangular de más de 1700 metros cuadrados y en su interior está dividido en tres naves alrededor de una cúpula. El recinto en sí es una mezcla de estilos tomados principalmente del período mameluco de la historia egipcia, incluyendo su cúpula y minarete.

La parte principal, es una gran sala de oración cubierta de alfombras, dedicada al rezo y que presenta una peculiar mezcla de estilos, especialmente del período mameluco, mientras que la zona de la izquierda alberga los sepulcros de los reyes Fuad I y Faruq, la de la princesa Fadia, o la de Abu Shebak, hijo de Al-Rifai. Las paredes, cubiertas con estuco y mármol están talladas con bellos ornamentos de arabesco.

Abre de sábado a jueves de 08:00 a 16:30 y su entrada combinada con la visita a la Mezquita-Madrasa del Sultán Hasán tiene un valor de 60 Libras Egipcias. Los viernes se cierra al turismo para las oraciones de media mañana. 

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