CHICHEN ITZA. LA CIUDAD DE LOS HECHICEROS DE AGUA.

Emplazada en medio de la selva y a unos 100km de la costa, el recinto arqueológico de Chichen Itzá es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1988 y considerada como una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno desde el 7 de Julio de 2007, siendo uno de los testimonios mejor preservados de la civilización maya que actualmente recibe a más de 2.5 millones de visitantes cada año.

El estudio de los grabados y la disposición de los edificios ha revelado que los mayas conocían el ciclo de Venus de 584 días y el hecho de que cada 8 años retornase a la misma posición en el cielo, lo que se reflejaba a su vez en el calendario maya. El edificio que los españoles llamaron el Caracol era un observatorio astronómico.

HORARIOS Y PRECIOS

El sitio abre todos los días de 08:00 a 17:00. El horario de cierre comienza a las 16:00.

Como una de las Siete Maravillas del Mundo, Chichen Itzá aplica tarifas de admisión para ingresar al sitio arqueológico. Las ruinas mayas mexicanas generalmente tienen dos tarifas diferentes, para los mexicanos y para los visitantes internacionales. Sus fondos son destinados al Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) y para la Secretaría de Cultura de Yucatán (Cultur). El precio para adultos (13+) es de $614 MXN, ciudadanos mexicanos $272 MXN, locales (Identificación Yucateca) $90 MXN.

La entrada es gratuita para las personas mayores de 60 años, menores de 13 años, jubilados, pensionados, personas con discapacidad, profesores y estudiantes en activo, así como los pasantes o investigadores que cuenten con permiso del INAH para realizar estudios afines a los museos, monumentos y zonas arqueológicas los visitantes nacionales y extranjeros residentes en México que accedan a los museos, monumentos y zonas arqueológicas los domingos.

HISTORIA

El nombre Chichén significa «boca del pozo» e Itzá se refiere a quienes lo fundaron, los Itzáes «brujos del agua», alrededor del año 435. Entre los años 900 y 1200 Chichén Itzá vivió su época de esplendor debido a la llegada de personas que importaron influencias toltecas y comenzaron a construir en la zona norte. En la zona conocida como la Gran Explanada, se erigió la pirámide de Kukulcán a modo de mirador que contempla la gran plaza desde las cuatro direcciones del universo, y el Templo de los Guerreros, el Templo de los Jaguares y el impresionante conjunto de las Mil Columnas, antes techado y hoy desamparado, buen ejemplo de los nuevos elementos arquitectónicos introducidos por los seguidores de Kukulcán.

También se construyeron el zompantli, la plataforma de Venus, el Gran Juego de Pelota (el más grande de Mesoamérica) y sus edificios anexos: los templos norte y sur, y el templo de los jaguares, lleno de alusiones a este juego cósmico, una lucha constante entre la luz y la oscuridad. Del período Puuc pero remodelado en el período mexicano es el Observatorio o Caracol, con su fascinante planta circular. Asimismo, desde este sector norte, a través de un sacbé blanco, se llega al Cenote Sagrado, donde se hacían ofrendas durante siglos.

El poder de los Itzáes duró alrededor de cien años hasta que, a principios del siglo XIII, los gobernantes de Mayapán, subordinados a ellos, los derrotaron y mantuvieron el poder en la zona hasta 1441. Pero la fama de Chichen Itzá no desapareció. A pesar de estar abandonado, siguió siendo un lugar sagrado para los mayas, especialmente por su enigmático Cenote Sagrado, donde se realizaron ofrendas y sacrificios durante siglos.

¿CÓMO VISITAR CHICHEN ITZÁ?

Con un área de 5km se divide en Chichén Antiguo y Chichén Itzá, donde puedes encontrar 6 Ruinas Mayas en la sección de Chichén Antiguo y otras 20 en el Nuevo Chichén o Chichén Itzá, lo que hace un total de 26 Ruinas Mayas. La principal es la Pirámide de Chichén Itzá o El Castillo, pero existen otras igualmente importantes como El Caracol u Observatorio, El Templo de los Guerreros y el Juego de Pelota.

El INAH ha estado cerrando monumentos al acceso público durante los últimos años y los visitantes ya no pueden escalarlos o ingresar a sus cámaras. La razón es porque una persona estadounidense, la Sra. Black que tenía 80 años, subió los 91 escalones de El Castillo y cayó a su muerte el 5 de enero de 2006. También se cerró el acceso al interior del templo. Por tanto no está permitido subir a los monumentos por la seguridad de los visitantes y la preservación de las estructuras. 

Tu visita comienza tras pasar por taquilla y pagar los 614 pesos de la entrada. Estarás tan emocionado que querrás ir directo hasta la Pirámide de Kukulkán, ¿no? Pues no te preocupes porque es lo primero que vas a encontrarte.

PIRÁMIDE DE KUKULKAN. EL CASTILLO.

Empezarás en la Pirámide de Kukulkán (o también llamada El Castillo). Si has llegado bien temprano, aprovecha que no habrá mucha gente para rodearla y contemplar cada detalle. No seas tímido y da unas cuantas palmadas fuertes frente a la fachada norte, la mejor conservada, y escucha el sonido que al rebotar parecen los cantos de un quetzal.

Si uno se detiene a pensar en ello, es un poco inquietante descubrir que los mayas, llamados los griegos de América, pudieron haber diseñado una arquitectura tan frugal, casi enemiga de la ornamentación. Sin embargo, en medio de la sombra del Castillo existe un proyecto estético austero y temible, y un concepto de belleza inspirado en el pueblo belicoso que dominaba esas tierras.

Esta edificación, asentado sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y una altura de 24 metros es uno de los ejemplos más claros y notables de la arquitectura maya. Fue construido durante el apogeo de la cultura Itza-Cocom, durante la decadencia de Mayapán y consiste en una pirámide de 4 lados de 9 niveles (98 pies de alto y 182 pies de ancho) 18 si separamos los dos extremos a cada lado de la escalera, que representan los 18 meses del calendario civil maya. Además en estos niveles podemos ver hasta un total de 52 paneles, que corresponden al ciclo de 52 años de este calendario.

Esta gran construcción se ha convertido en una obra maestra que consta de una escalera de 91 escalones a cada lado, lo que da un total 365 escalones, uno por día del año, de los cuáles 5 se consideraban nefastos. Estos peldaños conducen al último escalón o plataforma, la estructura principal de la pirámide con un templo en la cima.

Durante el Equinoccio de Primavera el 21 de marzo y el Equinoccio de Otoño el 22 de septiembre alrededor de las 15:00 las personas se reúnen delante de la explanada de la pirámide para observar un fenómeno donde los efectos de la luz solar sobre la escalinata producen la forma ondulada del cuerpo de una serpiente en forma de siete triángulos que parecen descender desde lo alto de la cumbre, dando la apariencia de cuerpos para las cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán, con fauces abiertas talladas en la entrada principal y base de estructura que apuntan hacia el cenote sagrado. El énfasis en la conexión con la naturaleza es alucinante y único, el proceso desde su comienzo hasta su culminación dura aproximadamente 45 minutos.

Jean-Jacques Rivard fue el primero en señalar tal efecto, como se puede observar en la antigua fotografía de Teobert Maler de 1892 que describió en un artículo académico de 1969 como una hierofanía. Es decir, la manifestación de lo sagrado en una realidad profana.

Durante el amanecer de los días 20, 21 y 22 de junio, tiene lugar el solsticio de verano, este espectacular fenómeno provoca que la luz ilumine sólo las caras norte y este de la pirámide, mientras que las caras sur y oeste permanecen en la sombra. En invierno ocurre lo inverso, es decir, la parte iluminada se oscurece y la oscura se ilumina, además de que no ocurre al amanecer, sino al atardecer de los días del 20 al 22 de diciembre. Como ves, el calificativo de “templo del tiempo” es bastante acertado.

En 1997, las universidades de Minnesota y San Francisco realizaron estudios de radar en la zona que permitieron descubrir un cenote oculto bajo la pirámide. En 2015, el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México realizó resonancias magnéticas que le permitieron representar gráficamente el cenote, ocho metros oculto bajo la pirámide. En 2017, el equipo de investigación del Gran Acuífero Maya inició exploraciones en cuevas cercanas para descubrir una entrada a este cuerpo de agua. Sin embargo, la entrada estaba bloqueada por piedras que probablemente fueron colocadas allí intencionalmente. Se cree que este cenote se mantuvo oculto porque representaba el centro del mundo.

NOCHES DE KUKULKAN

De viernes a sábado un viaje a Chichén Itzá no solo es emocionante durante el día, de noche se convierte en una experiencia mágica con un espectáculo de luz y sonido increíble donde la Pirámide de Kukulkán se llena de imágenes coloridas y representaciones mayas. El espectáculo comienza a las 19:00 y puedes obtener sus boletos en la entrada del recinto a partir de las 15:00. La entrada general tiene un valor de $708 MXN y los domingos $450 MXN.

EL JUEGO DE PELOTA.

Seguiríamos el recorrido hacia el Juego de Pelota, la cancha más grande y mejor conservada de todo Mesoamérica. Se preservan los dos anillos por donde debía pasar la bola y los palcos desde donde los familiares de los participantes -todos ellos nobles- seguían el partido. Fue más un ritual ceremonial que un deporte y probablemente representó la recreación simbólica del mítico combate entre la noche y el día.

Hay un fenómeno acústico singular en este lugar: si uno habla en el templo en el extremo sur, la voz se puede escuchar en el extremo opuesto, ya que el sonido reverbera a lo largo de las paredes del templo norte. Sobre esta plataforma se solían exhibir las cabezas cortadas de los enemigos, aunque ya no verás restos óseos (lastima…), si que podrás observar los grabados de cabezas en sus laterales.

Las reglas del juego

Solo ha sido posible reconstruir parcialmente las reglas del juego de pelota, gracias a representaciones pictóricas y monumentos de piedra. Sabemos que al inicio del juego la pelota se lanzaba a la cancha con la mano, y que a partir de ese momento solo se podía tocar con las caderas y los muslos. No sabemos el número de jugadores, el sistema de puntuación o cómo se decidió el ganador; de acuerdo con la información del Popol Vuh podemos inferir que el juego podría jugarse uno a uno, en parejas o en equipos.

La pelota para el juego estaba hecha de látex líquido extraído de árboles de caucho. Cuando se calienta, la resina forma hilos que primero se enrollan y luego se exprimen a mano o se presionaron en un molde. El peso de la bola variaba entre 3 y 5 kilos, y cuando se deformaba había que estirarlo para recuperar su forma.

EL TEMPLO DE LOS JAGUARES

El Templo de los Jaguares se construyó en el muro este del Juego de Pelota. Un interesante mosaico se repite a lo largo del friso: dos jaguares avanzan, desde distintas direcciones, hacia un escudo redondo. El cuadro superior está relleno con los cuerpos de dos serpientes emplumadas, con sus cabezas en los bordes del friso y las colas entrelazadas en el centro.

EL MURO DE LOS CRÁNEOS

La Plataforma o Muro de los Cráneos o Tzompantli que significa «hilera de calaveras» en náhuatl, está dedicado a los muertos y es una gran plataforma rectangular de 60 metros de largo por 12 metros de ancho cuyo detalle más destacable es la colocación de las calaveras en la decoración en bajorrelieve, que representan la importancia de la muerte en la cosmología maya, con un fuerte énfasis en la dualidad de la vida y la muerte.

La base está sostenida por tres cuadros decorados con calaveras y divididos por molduras. Este es el monumento que da el testimonio más claro de la práctica del sacrificio humano, realizado con fines religioso-militares por los gobernantes de Chichén Itzá. En las paredes existen hermosos relieves de cuatro temas diferentes. El tema principal es el propio cráneo; otros muestran una escena con un sacrificio; águilas que se comen corazones humanos; y guerreros con flechas y escudos.

Los habitantes de Chichén Itzá reunían largas vigas de madera en las que colgaban las cabezas de sus enemigos. Los arqueólogos han encontrado figuras enterradas de Chaac Mool en el Tzompantli de Chichén Itzá, junto con ofrendas de cráneos y un anillo roto de la cancha del Juego de Pelota.

TEMPLO DE VENUS

Ahora acércate al Templo de Venus, ubicado en la Gran Plaza frente al lado principal de la Pirámide de Kukulkán, donde se encuentran las cabezas de las serpientes. Es una plataforma cuadrada con escaleras a cada lado. En los paneles elevados hay bajorrelieves del planeta Venus en forma de «nudo» de años, junto a una media flor con áspides en los pétalos, y la forma de la estera trenzada (pop en maya) como símbolo de energía. En el espacio empotrado, Venus está representada con garras de jaguar que emergen de las fauces de una serpiente emplumada. La plataforma se pintó originalmente en ocre, azul, rojo, verde y negro. En la escalera del este se encontró una ofrenda, que consistía en un cráneo de un hombre decapitado. La función de estos edificios probablemente fue la de podios para ritos, ceremonias o bailes.

Todavía se pueden apreciar restos de pintura roja, azul y amarilla en los bajorrelieves de piedra que decoraban el «Lucero de la mañana», una de las representaciones de Kukulkán Quetzalcóatl, y una de las más admiradas por las culturas prehispánicas. La plataforma mide 25 metros de lado, con 4 estrellas en cada lado con balaustradas de forma cuadrada, en las que se proyecta la cabeza de la serpiente. La base está compuesta por un talud, un muro vertical con paneles salientes que dejan un espacio hundido y un tablero de cornisa como remate; la altura total de la base es de 4 metros. En el tablero de la cornisa hay una serpiente emplumada con peces entre sus ondulaciones cuya cabeza sobresale del cubo del arco de la escalera.

CENOTE SAGRADO

Desde allí camina los 350 metros de sendero, atravesando las murallas de la ciudad, hasta el Cenote Sagrado, un lugar con mucha carga espiritual, pues se trata de uno de los sitios donde se realizaban las ofrendas al dios de la lluvia, Chaac, desde el período Clásico Tardío en 650 d.C. y continuó hasta fines del Postclásico, en 1350 d.C., y entre dichas ofrendas se encontraban los sacrificios humanos.

El Cenote es un pozo abierto de forma natural cuyo diámetro de norte a sur es de 50 metros, y de este a oeste, 61 metros, con una profundidad de 15 metros. Como parte del culto ofrecido al dios del agua, los mayas prehispánicos hicieron ofrendas ceremoniales, arrojando al pozo muchos objetos preciosos. Posteriormente, introdujeron la práctica de realizar sacrificios humanos. Las víctimas fueron guerreros, niños y doncellas arrojados al fondo del cenote.

A un costado de la margen sur del cenote construyeron unas plataformas en dos niveles, que quizás sirvieran de asiento para los que presenciaban las ceremonias. Junto a éste se pueden observar las ruinas de un edificio que fue adaptado a baño de vapor o temazcal, donde se supone que las víctimas fueron depuradas. Colocada contra este edificio hay otra plataforma que cuelga sobre el borde del cenote, desde donde se habrían hecho las ofrendas.

En comparación con otros cenotes de la ruta, éste no es apto para nadar, se caracteriza por tener mucha vegetación bajo el agua. El Cenote Sagrado aún guarda historias increíbles; Edward H. Thompson, entonces cónsul de Estados Unidos en Progreso y financiado por el Museo Peabody de la Universidad de Harvard y por coleccionistas privados del área de Boston, compró el terreno en el año 1893 y empezó a explorar el fondo del cenote, extrayendo montones de joyas y reliquias (y restos humanos y de animales). Como resultado, en 1904, Estados Unidos tomó muchas piezas de jade y oro del sitio y las sacó del país ilegalmente. No fue hasta 1914, cuando la violencia de la Revolución Mexicana puso fin involuntariamente al saqueo de Chichén Itzá.

A día de hoy, se han encontrado más de 200 cuerpos, joyas, cerámicas y piezas de oro como parte de los hallazgos arqueológicos del cenote. El Cenote Sagrado es uno de los que más tributos y sacrificios ha albergado y en 1998 se convirtió en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

EL TEMAZCAL

El Temazcal o Baño de Vapor se trata de una construcción que era usada por los Mayas para purifcar su cuerpo (y se dice que también el alma) a través de una especie de baño de vapor logrado al calentar piedras dentro de una cámara subterránea.

Aún conserva parte de la cubierta plana, así como los restos de cuatro columnas en el pórtico y algunos asientos de losa de piedra colocados contra la fachada. Una estrecha abertura da acceso al interior, donde hay losas de piedra para que se sienten los bañistas. En la parte trasera hay una estufa donde se calentaban piedras, sobre las que se vertía agua fría para producir vapor.

El Baño de Vapor tiene 16 metros de longitud por 3 metros de ancho. Su techo en ángulo se apoyaba en 4 muros de piedra y 4 columnas como parte del portal. Con un interior en forma de «T», la parte trasera de la estructura se conecta con la delantera a través de una abertura pequeña y cuadrada que tenía su propio drenaje de piedra bajo la superficie. En las paredes interiores, dos pequeñas aberturas sirven de ventilación para la salida del vapor y no se utilizaba como método de limpieza, sino como ritual de purificación espiritual. Normalmente se utilizaba para purificar a alguien que luego iba a ser sacrificado en el Cenote Sagrado.

EL TEMPLO DE LAS MIL COLUMNAS

Regresando sobre nuestros pasos, nos dirigimos ahora al Templo o Grupo de las Mil Columnas, un conjunto de templos y edificios rodeados de… claro, columnas, aunque no mil. Este es un vasto cuadrilátero donde en el lado oeste se pueden ver los restos de cuatro cámaras, dos de las cuales fueron rellenadas para sostener un segundo piso. Las columnas fueron construidas entre el 900 d.C. y el 1200 d.C. y muestran los restos de revestimiento de estuco, que habría sido pintados en diferentes colores.

Asimismo, la columnata sostenía un friso de máscaras de Chaac y escudos redondos. La Columnata Sureste tiene un gran espacio con techo abovedado, sostenido por las columnas. La función de esta área cambiaba continuamente. Todas las columnas alguna vez sostuvieron un friso y un techo que desde entonces se derrumbó. No se conoce con certeza la naturaleza exacta del techo. Puede haber sido de mortero, madera o paja.

Se cree que estos fueron grandes salones de reuniones. Los restos del friso pintado indican que estaba decorado con motivos y máscaras de Chaac que representan una clase sacerdotal anterior que gobernó la ciudad. La adición de guerreros en los pilares debe haber hecho conscientes a los ciudadanos del aspecto militar y religioso de este sitio.

Contando las columnas, sólo existen 200 en total. El nombre actual de «Las Mil Columnas» viene por la grandeza que inspira. La estructura mide 150 metros de lado, y está justo entre el Mercado y el Templo de los Guerreros, que cierra toda la Plaza. En realidad, éste solía ser otro templo que conectaba con el Templo de los Guerreros.

TEMPLO DE LOS GUERREROS

El Templo de los Guerreros muestra bajorrelieves de guerreros, águilas y jaguares devorando corazones humanos. En los grabados también se encuentran representaciones del dios Tlalchitonatiuh y de Chaac Mool. Es una de las estructuras más impresionantes e importantes de Chichén Itzá y puede que sea el único edificio maya del Clásico tardío que se conoce lo suficientemente grande como para albergar reuniones.

El templo consta de cuatro plataformas, flanqueadas en los lados sur y oeste por 200 columnas redondas y cuadradas que podrás contemplar desde diferentes ángulos (no te pierdas sus bajorelieves y en lo alto las cabezas que sobresalen del muro), y al final del recorrido, el Mercado. Aunque no es la zona más interesante de Chichén Itzá, es un camino muy agradable, bajo la sombra de los árboles y donde no se concentra demasiada gente.

Todas las columnas cuadradas están talladas en bajorrelieve, con guerreros toltecas; en algunos lugares están cementadas en secciones, pintadas en colores brillantes y cubiertas de yeso. Al Templo se accede por una amplia escalinata con una rampa lisa y escalonada a cada lado, y cada rampa tiene figuras de abanderados.

En la parte superior, unas columnas en forma de serpiente sostenían los dinteles de madera sobre las puertas, que han desaparecido a lo largo de los años. En la cabeza de cada serpiente hay signos astronómicos y elementos decorativos tallados sobre los ojos. En la parte superior de cada cabeza de serpiente hay una pila poco profunda que podría haber sido utilizada como lámpara de aceite. En esta plataroma superior también se encuentra el chacmoool, una escultura que sostiene un cuenco posiblemente usado en los rituales.

La tumba de Chac Mool

Esta subestructura se conserva dentro del sótano del Templo de los Guerreros. En su interior había una estatua de Chaac Mool que llevaba una especie de casco y un cinturón del que cuelgan cabezas humanas. Hay que señalar que el nombre «Chaac Mool» no es maya: lo inventó el explorador estadounidense Augustus Le Plongeon. El hombre parece estar sentado, apoyando los codos, doblando las rodillas y girando la cabeza en un ángulo de 90 grados.

El nombre «Chaac Mool» significa «gran jaguar rojo» en maya yucateco. Este tipo de figuras aparecieron por primera vez en Mesoamérica a principios de la época posclásica, y se asocia con los toltecas. La mayoría de las estatuas de Chaac Mool conocidas se han encontrado en lugares como Tula y Chichén Itzá.

EL MERCADO

El edificio tradicionalmente conocido como «El Mercado» está ubicado sobre una plataforma de 81 metros de largo y 15 metros de ancho. Tiene una escalera central con balaustradas y una línea de pilares redondos que se alternan con pilares cuadrados. Estos sostenían el techo abovedado, el más ancho de la ciudad. Una puerta central conduce a un patio cuadrado de 17 metros por lado, rodeado por 24 columnas construidas con tambores y capiteles de piedra, los más altos de la zona.

Cuando llovía, el agua del techo se escurría a través de un canal de drenaje de piedra tallada. A lo largo de las paredes hay un banco largo, con el respaldo inclinado contra las paredes. No se ha comprobado que esta área, hoy llamada El Mercado, fuera realmente un espacio utilizado para el comercio.

Los frisos restaurados en la Plaza del Mercado y en el Templo de las Mil Columnas introducen un nuevo tipo de decoración en esta severa sección norte de Chichén Itzá, menos amenazante que las serpientes sagradas y los jaguares sedientos de sangre que tan claramente delimitaban los personajes ilustres tallados en los muros del Templo de los Jaguares.

Regresamos de nuevo al centro del parque arqueológico, al Templo de Kukulkán, y esta vez visitamos el último gran conjunto, el Conjunto del Sur, uno de nuestros favoritos. Pertenece al antiguo Chichen y es un conjunto de edificaciones ubicadas en la selva, al sur del grupo conformado por el Observatorio y el Convento. Los edificios del grupo sur fueron construidos entre los siglos VII y X d.C. y corresponden al estilo arquitectónico Puuc. Los más importantes son los Templos de la Primera Serie, de los Falos, de los Búhos y de los Atlas. En este conjunto primero encontrarás la Tumba del Sacerdote (o el Osario), que se eleva frente a una pequeña plataforma redonda.

EL OSARIO

Se trata de una pirámide de nueve bloques escalonados y con una escalera en cada uno de los cuatro lados, con balaustradas talladas con serpientes entrelazadas que conducen a un templo en la cima, cuya entrada exhibe orgullosamente dos columnas de serpientes.

En términos de rituales, El Osario fue hecho como una réplica de la Montaña Cósmica, donde se manifiestan las fuerzas sagradas. Se sabe que está construido sobre una cueva profunda. Es posible que esta cueva fuera considerada una puerta al inframundo. Su arquitectura es muy similar a la de la pirámide de Kukulkán, con 4 escaleras y un templo superior. En esta estructura se replica la creación del cosmos por los dioses en el Tiempo Mítico. El sol penetra a través de la entrada de aire y fertiliza la tierra.

El aspecto más notable del osario es la decoración de su busto. Está repleto de diferentes bajorrelieves de serpientes, hombres pájaro, hombres con máscaras de dioses y otras representaciones. También alberga incisiones de 894 AC.

En el basamento superior, 8 serpientes entrelazadas decoran el borde de la estructura. Cuatro de las serpientes están cubiertas con discos de turquesa y las otras cuatro con aros. Los tres paneles de la base superior están cubiertos por representaciones de aves. En total, hay 48 paneles con bajorrelieves de frutas, granos de cacao, joyas y animales.

EL CARACOL. EL OBSERVATORIO

Frente a ti podrás contemplar lo que es considerado como la madre de Chichén Itzá: el Observatorio. Originalmente de forma cilíndrica con techo abovedado y una altura de 23 metros, el Caracol es una estructura de piedra ahora parcialmente en ruinas. las aberturas de sus muros estaban orientadas hacia Venus y otros astros. Aquí es donde se consultaba a los cielos sobre cada cuestión importante y donde se tomaban las decisiones que influirían en el devenir del pueblo.

La pirámide se construyó sobre una caverna profunda y extensa conocida como la «Roca Madre», a 10 metros de profundidad, a la que se puede descender desde la abertura hecha en el piso del templo de arriba y donde se encontraron varios artículos, como esculturas de tamaño medio de jade, cristal de roca, cobre, huesos y objetos de concha.

Fue diseñado para tener una función astronómico de registro solar, una referencia más precisa en el registro del tiempo, siguiendo medidas estrictas que responden a las condiciones naturales. Su orientación, a 17 grados del norte, permite observar un acontecimiento astronómico relevante en el calendario ritual agrícola: el paso cenital del sol del 23 de mayo al 19 de junio, donde el sol se pone exactamente en el marco de la ventana, permitiendo verlo como un cuadro con marco de piedra. Estas estrechas ventanas talladas en los muros exteriores parecen haber sido diseñadas para observar los movimientos irregulares de Venus, que se consideraba gemelo del sol y tenía un gran significado para los mayas, sobre todo en las decisiones relativas a la guerra. La primera fecha, en esta latitud, coincide con el inicio de la temporada de lluvias.

LA CASA DE LAS MONJAS

De este recinto del sur también destaca el conjunto de Las Monjas con unos relieves impresionantes (de lo mejorcito del parque). La fachada principal del complejo está orientada al norte y consta de tres edificios: Las Monjas, el Anexo Este y el Anexo Sudeste. Los tres datan de diferentes períodos de construcción.

El Edificio de las Monjas se encontraba en una base que ahora ya no es visible, la sección principal del edificio tiene 10 metros de altura, con una escalera central en el lado norte, que conduce al templo superior. El templo tiene una fachada profusamente decorada, al estilo Chenes.

A la izquierda de la estructura alta y pesada está el edificio cuadrado llamado La Iglesia, con el Anexo del Convento y un pequeño Juego de Pelota. Debido a la gran cantidad de habitaciones que dividen los templos superiores, los exploradores durante la época colonial creyeron que el edificio habría servido como claustro para la formación de sacerdotisas.

LA IGLESIA

La Iglesia es un Templo dedicado a Chaac, dios de la lluvia. Consta de una sola cámara y una puerta que da acceso a la parte principal del edificio. Es similar a una capilla rectangular, y por eso los españoles la llamaron La Iglesia.

Este monumento es de planta rectangular y se compone de una sola pieza con una sola entrada al oeste, la fachada presenta una imponente decoración que se acentúa aún más en la cresta frontal, el friso está limitado en la parte inferior por una amplia moldura adornada con grecas escalonadas y en la parte superior por un elemento en forma de serpiente en línea quebrada, la franja con grecas escalonadas se repite más arriba en la base de la cresta.

La Iglesia es un ejemplo de un estilo arquitectónico ampliamente difundido en la Península de Yucatán conocido como Puuc entre los años 600 y 1000 d.C., cuyo exponente más notable es la ciudad de Uxmal. Después del año 1000 d.C., en la arquitectura de Chichén Itzá se aprecia un estilo que mezcla tradiciones estilísticas del Altiplano Central con las mayas, este elemento estilístico, entre otros, fue uno de los criterios para designar a la ciudad de Chichén Itzá dentro de la lista de Patrimonio Mundial en 1988 por la Unesco. A finales de 2019 y principios de 2020, el INAH realizó una serie de trabajos de restauración dando como resultado que esta estructura sea la única que puede considerarse como estabilizada y con la certeza de haber conservado sus valores patrimoniales.

Se han encontrado cantidad de objetos a modo de ofrendas a los dioses, pero también restos humanos, y es que aquí es donde se realizaban los sacrificios de personas. Muchos de estos tesoros los vendió ilegalmente a EE.UU. en su mayor parte al Museo Peabody de Arqueología y Etnología en Cambridge. El gobierno mexicano denunció el expolio y finalmente consiguió que se devolvieran la mayoría de piezas. Lo poco que podrás ver hoy en el Cenote es un gran agujero en la tierra con un agua verde intenso y rodeado de plantas trepadoras. Pero recuerda que este fue el un lugar de peregrinaje especialmente importante para la cultura maya.

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