HANOI. LA PARÍS DE ORIENTE.

Hanoi, es la ciudad capital de Vietnam desde la reunificación tras la guerra de 1976, así como la segunda urbe más grande del país con 3.400 kilómetros cuadrados, sólo superada por la bulliciosa Ho Chi Minh, capital económica y eje cultural de la región.

La metrópolis, algo cambiada en los últimos años fruto de su influencia comercial con el gigante asiático, alberga unas 8 millones de personas – así como el mismo número de motocicletas -, cerca del 10% de la población del país. Apodada «la París de Oriente», su arquitectura colonial refleja la tradición que inculcó la ocupación china del siglo XV, así como un espíritu urbano y vibrante de corte occidental proveniente de la ocupación francesa del siglo XIX, y de la japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.

Para moverte por la ciudad puedes hacerlo caminando perfectamente, pero si eres de los que vive la vida al límite con tu cuerpo chorreando adrenalina y ya no tienes nada que perder en este mundo, pues te puedes rentar una moto, muchas veces no te piden ni licencia de conducción y debes tener muy mala suerte para que te pare un policía, aquí el permiso de conducción temeraria te lo entregan con el carnet de identidad al nacer. Otra opción menos estresante es en bici-taxis, como el de la imagen a continuación, donde además de ir más lento de paso aprovechas y vives la experiencia local.

Obviamente siempre tendrás los taxis, que son muy baratos, como casi todo en Vietnam. Si viajas en un grupo de 3 o 4 personas esta opción es rápida y económica. Existe el mito de que hay transporte público, pero no es apto para turistas amateur encontrar las rutas y paradas indicadas, eso sólo lo consiguen los que llevan rastas.

¿QUÉ HACER?

El casco antiguo de Hanoi, conocido también como el distrito de Hoan Kiem, es un barrio multicultural de callejones tan estrechos como turísticos, donde cada rincón te recuerda la historia del país, la colonización y la guerra, a la vez que se funde con el Vietnam más contemporáneo que crece y se desarrolla sin ser visto. Esta zona tienes múltiples opciones de alojamiento, ya sea en apartamentos a través de plataformas como airbnb, hasta hoteles de mayor nivel.

Si has llegado hasta acá, seguro también ya agregaste a tu itinerario la conocida «train street», también ubicada en el casco histórico, por la que circulan trenes entre casas, cafés y vendedores ambulantes, donde temerarios y osados turistas se agrupan en las vías buscando su mejor foto, esperando hasta el último momento y tentando a la suerte de que el tren no se los lleve por delante. Es por ello, que desde finales de 2019, el Gobierno Municipal de Hanoi ordenó el cierre de dichos cafés situados cerca de las vías, para proteger la seguridad de los visitantes.

Train Street Hanoi

Otro imperdible de esta ciudad vietnamita es el Old Quarter, donde podrás tomar una Bia Hoi – cerveza Pilsen fresca y muy suave, de unos 4 grados, para los entendidos de paladar fresco – en la calle Hàng Dieu, idealmente acompañada con unos fideos pho o bocadillos bánh mì, y encontrar desde edificios coloniales hasta monumentos tan afrancesados como la Catedral de San José, una pequeña Notre-Dame a escasos 200 metros del Lago Hoan Kiem.

Si eres difícil de impresionar y este barrio del Old Quarter no llenó tus expectativas, visita el Hanoi Night Market en la calle Hang Dao, abierto viernes, sábado y domingo de 18:00h a 24:00h.

Ojo con el tráfico de bicis y motos después de un par de bia hoi, salen de todas partes como agazapados esperando a que pongas un pie en la calle, algo que tu como occidental no estás preparado para prevenir y/o esquivar, y mucho menos influenciado por líquidos mareadores.

La Catedral de San José o St Joseph’s Catehdral en inglés, con la que los franceses trataron de emular a la catedral de Notre Dame de París con su construcción en 1886, tiene un estilo neogótico. Es la iglesia más antigua de la ciudad y la sede de la archidiócesis de Hanoi, que acoge a multitud de fieles y visitantes que vienen a purgar sus pecados, si pasas cerca aprovecha y limpia un poco esa ambición de querer viajar por todo el mundo, pecador.

Normalmente, las puertas están abiertas hasta las 17:00 y el acceso es libre y gratuito. La estatua de la Virgen Mary te da la bienvenida a este monumento, al igual que en la Catedral de Notre Dame de Saigón (Ho Chi Minh). Posee cinco campanas, cuatro pequeñas y una gran campana principal

Catedral de San José

De lunes a domingo a las 09:30 y a las 11:00 se realiza una misa en francés. Todos los años el día 19 de Marzo (el día de San José), se celebra un oficio religioso especial, al igual que en navidad, donde la comunidad cristiana de Hanoi se suele congregar en esta Iglesia, llegando a superar los 4000 fieles. A las puertas de la catedral, a mano izquierda, hay un pequeño café donde los jóvenes de Hanoi se suelen reunir al caer la tarde, y en sus calles aledañas abundan los restaurantes para turistas extranjeros.

El Lago Hoan Kiem que comentamos anteriormente, es el punto de ubicación de todo turista que visita Hanoi, y alberga el Templo Ngoc Son o «Templo de la Montaña de Jade» y el Templo Thap Rua, un poco más pequeño e inaccesible que el anterior.

Los vietnamitas utilizan este entorno para hacer Tai Ji Quan o Tai Chi, pasear, practicar deporte, o simplemente descansar, dígase dormir, en algunas de sus áreas verdes. Te recomendamos que te dejes caer por aquí al atardecer, para contemplar escenas de la vida cotidiana de los hanoienses, como el amigo de la foto a continuación.

Como no, el Mausoleo de Ho Chi Minh también es un imperdible, que aunque lleve el nombre de la famosa ciudad vietnamita, éste también se encuentra en Hanoi, en el mismo punto donde el líder proclamó la independencia de Vietnam el 2 de septiembre de 1945. Aquí se encuentran los restos embalsamados del patriarca del Vietnam moderno, al igual que Lenin en Moscú, considerado un héroe y ejemplo para muchos, pues implantó el germen de lo que luego sería el partido comunista vietnamita, la fuerza que expulsó a los franceses tras la humillante derrota de Dien Bien Phu, la última batalla de la guerra de Indochina, y que echó a los norteamericanos tras la toma de Saigón, antiguo nombre de la ciudad Ho Chi Minh.

Mausoleo de Ho Chi Minh

El mausoleo, de construcción estilo soviético al igual que el Mausoleo de Mao Ze Dong en la conocida Plaza de Tiananmen en Beijing, permanece estrictamente vigilado por cuerpos de seguridad, por tanto, debes dejar todas tus pertenencias en custodia a la hora de entrar, y por supuesto, que no se te ocurra tomar fotos y videos en el interior. También debes cuidar tu apariencia y actitud dentro del recinto, no puedes hablar, reírte, pararte o volver atrás, cruzar las manos ni llevarlas en los bolsillos. Ten en cuenta que para los vietnamitas este es un lugar que roza lo sagrado, por tanto tómatelo en serio, o al menos aparenta.

Los horarios de visita son: martes, miércoles y jueves de 07:30 a 10:30, viernes cerrado, sábado y domingo de 07:30 a 11:00 y el lunes cerrado también.

Ciudadela de Hanoi

La Ciudadela de Hanoi o Ciudad Imperial de Thang Long, a mitad de camino entre el Old Quarter y el Mausoleo Ho Chi Minh, antiguamente similar al Palacio Imperial o «Ciudad Prohibida de Beijing», fue sede del poder político regional durante casi trece siglos y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2010. Con la agitación de la conquista francesa a finales del siglo XIX, los palacios reales y la mayor parte de las estructuras quedaron en deterioro.

En esta zona tendrás una maravillosa foto representativa de Vietnam, con la bandera que se encuentra en lo alto de la torre desde el año 1954, como símbolo de la victoria frente a la potencia colonial francesa. Aqui mismo se encuentra también el Museo de Historia Militar o Museo de la Guerra de Hanoi, que centra su atención en las víctimas y sucesos de la guerra con objetos y documentos relacionados con las fuerzas armadas vietnamitas. El lugar abre todos los días, excepto los lunes como la gran mayoría de los museos, de 08:00 a 12:30 horas y de 13:30 a 17:00 horas.

Además de todos estos sitios turísticos, el país tiene una rica oferta gourmet para los amantes de la cocina y de la comida. Su gastronomía emplea, -además de arroz como ingrediente base – muchos vegetales, hierbas y especias, algunas de ellas como la «hierba limón» y las «hojas de lima kaffir«, que las encontrarás por doquier. Como ya comentamos, los fideos «pho« y los bocadillos «bánh mì« son de las principales especialidades, estos últimos pueden llevar jalapeños, menta, pepinillo, salsa de soja, picante, carne de varios tipos, tortilla o huevo frito y cilantro. Pero también merecen tu opinión los «rollitos fritos» o «Chả giò« y el «clay-pot« de berenjena y doufu.

Entre sus delicias marinas debes probar el «Cá cuốn ho«, un panecillo de pescado envuelto con cebollas, el «Cá kho tộ» dígase el pescado caramelizado en una olla de barro y el «Chạo tôm», una masa o pastel de camarón.

De los más exóticos que seguro no vas a probar por principios fundamentales de tu existencia están el «balut» o «hột vịt lộn«, un huevo de pato fertilizado con un embrión casi desarrollado en el interior, que se hierve y se come en la cáscara. Luego también seguro verás y tal vez probarás – puede que sin saberlo – la carne de perro (foto anterior). En Vietnam, el perro no es precisamente el mejor amigo del hombre, sino más bien el mejor alimento.

Cada vez más personas desaprueban comer este tipo de carne animal, per-r-o sigue siendo «un hábito muy arraigado», práctica que las autoridades han condenado, pues podría afectar negativamente la imagen del país como un lugar civilizado.

Cada año, el mercado vietnamita consume alrededor de 5 millones de perros criados para consumo humano, una cifra similar a la cantidad de animales domésticos. La carne de perro no está regulada por las autoridades en términos de seguridad y calidad. En Hanoi y Ho Chi Minh por ejemplo, hay muchos restaurantes y mercados que la venden, pero ningún matadero afirma tener perros para sacrificar. Si visitas Vietnam, mejor hacerlo sin mascota, no te vayan a saborear al cachorro.

Pero no sólo lo comestible resulta adictivo, el café vietnamita no tiene nada que envidiarle al café cubano, colombiano o costarricense. Particularmente tienen un mezcla tan enérgica como explosiva, y no es más que el «cà phê sữa đá«, que literalmente es «café con leche condensada y hielo», no has vivido plenamente esta dulce vida si no has degustado esta maravilla, y ojo, no sabe igual con otro tipo de café, debe ser el vietnamita.

Otra de las especialidades del «elixir negro de los hombres blancos» es el «café con huevo«. Así es, una variedad que se elabora con la clara montada del huevo, que resulta en una crema muy suave. Pero no se hizo el café para la boca del asno, mezclas afrodisíacas encontrarás por montones, como el café con yogur, con frutos rojos e incluso con helado de coco, para morirte para’o.

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